Nuevo triunfo de Boca RG que mantiene inquebrantable el liderazgo del torneo.Hispano Americano fue un duro rival que pudo mantener el cero en su arco hasta el minuto veintisiete de la segunda parte, momento en que Mauro el “Kun” Rosales recién ingresado, metió un sablazo desde más de treinta metros para ponerla junto al caño derecho y hacer estéril la estirada de Podestá.
Diga usted que las ganas de ver fútbol pueden más, porque la tarde se ofrece para el mate con la “patrona” en casa, que para ir a la cancha. Pero la “caprichosa” siempre se encarga de seducirme, y hasta pretende hacerme olvidar que el viento hoy acá en Defensores está por encima de los sesenta kilómetros por hora. El sol que te engaña y te invita a bajarte del auto, y se ríe cuando caés en la trampa, y el viento te surca la cara para recordarte que el invierno acá sigue vigente, y que el calor de más de treinta es solo pa´ los del norte. Boca con la vuelta de Martínez en la custodia del arco xeneize, en el doméstico al menos ya nos vamos acostumbrando a la línea de cuatro con mismos nombres y posición. Cabral, Bórquez, Olguín y Lucas Fernández. En mitad de cancha dos retornos, José Manuel Quiroga con la ocho y cumpliendo esa función por derecha. Amplio panorama para el cinco que lleva en sus espaldas Mario Raúl Pérez en un regreso acompañado por una sonrisa de muchos por eso de lesión “fiera” que sufriera hace un par de meses por el Argentino “C”. Darío Sandoval y Leandro Fernández sumando a Carlos Rodríguez y el debut del “Palomo” Benítez en el ataque. Mirando al nueve debutante, es imposible, al menos para mí, entender su apodo. Un metro ochenta y pico y un lomo que mete miedo de solo verlo, me da la sensación más cercana a un águila o un cóndor que a un palomo….
El celeste dirigido por Pablo Valencio, va con Podestá en el arco. Los cuatro del fondo y de derecha a izquierda recaen en Austin, Cristian Lugo, Ulloa y Fernando Maidana.
Cuatro en el medio con dos debutantes, Juan Carlos Cáceres y José Luis Hernández, acompañados por Diego Mansilla y Franco Gómez. Y dos puntas conocidos como Diego Andrada por derecha y Alejandro Trejo, como hombre de área, destacando que Ale volvía al once titular. El viento se sabía de antemano iba a ser de las suyas y ya desde arranque hizo su presencia en campo, mandando una tras otra la pelota por el lateral. “La pelota al piso!!” Pedía Don Mario Gambini desde la banca, y los muchachos xeneize recibieron el mensaje. El reaparecido Mario Pérez, afilado en el toque, recorría el circulo central para ser receptor permanente y desde sus pies buscar la salida clara, tanto por derecha con Cabral, como por izquierda con Lucas Fernández. El otro Fernández, Leandro asociando juego con Quiroga y Sandoval. Y arriba no había estatismo ni mucho menos, tanto el “Tigre” como el “Palomo” se turnaban en bajar unos metros, para llevarse la marca y dejar los huecos necesarios buscando que Quiroga o Sandoval penetraran por esos callejones. Hispano, al margen de su ubicación en tabla, salía a afrontar el compromiso buscando con sus armas el partido. Teniendo firmeza atrás dond los cuatro del fondo mantenían la prolijidad que merece una línea de cuatro, encontraba especialmente en Braian Austin una muralla casi infranqueable. La elegancia de Cristian Lugo se complementaba bien con Ulloa, porque el capitán no se ponía colorada cuando había que pegarle de punta y para arriba. Mansilla intentaba presionar a Pérez, cosa que resultaba difícil, porque Mario se movía permanentemente y Diego no le encontraba la vuela. Los debutantes celestes alternaban buenas y malas y era comprensible ya que su juventud viene casi siempre acompañada de nervios. El celeste no se replegaba, intentaba cuando tenía la pelota, buscar a Trejo, Alejandro ya sabemos es inteligente, con o sin pelota y encima te “chamulla” a los rivales para sacarlos del partido. El “Palomo” tiró pinceladas de calidad y si bien tuvo dos chances clarísimas para abrir el marcador, da clara sensación que sabe y sabe mucho.
La etapa cerraba el resultado con un cero a cero, que podía darse como justo, aunque si me ponía a “hilar” más finito, la balanza era levemente favorable para Boca.
Mario Mareco, si bien no tuvo enorme trabajo daba “aprobado”, porque lo de las amarillas uno sabe que a Don Mario le gusta mostrarlas pero en la complementario se cambió de casaca puso negra por la roja y parece que con la “Black” no le va bien y después te cuento porqué.
Boca en esta etapa, sin dar signos de desesperación ni mucho menos, tuvo más participación en el juego colectivo, que ya tenía en la primera etapa. Y Benítez tuvo casi en el arranque su chance de gritar gol, pero se fue cerquita del horizontal. Esto hizo que Hispano retrocediera un par de metros y allí sí, quedó un “abismo” entre el medio campo y Trejo, que si bien cuando recibía intentaba vulnerar la defensa de Boca, le resultaba casi imposible, porque era él contra el mundo, y sucumbía una y otra vez ante Olguín Bórquez y Cabral. Lucas Fernández, se encontraba ahora con un Andrada que bajaba hacia su propio campo y Lucas empezó a mandarse por izquierda. Hispano, tuvo un par de sofocones pero se las ingenió para mantener en cero a Podestá. Pasado veinte, Don Mario mueve el banco xeneize, Manda a Rosales por Sandoval. Es sabido que Mauro es más “eléctrico” y a su vez le suma desequilibrio. Minuto veintisiete, la toma el “Kun” en el circulo central en dos pasos ya pisa terreno adversario, es velocidad y gambeta, va en línea recta, Mansilla es el primero en quedar desairado, Ulloa tiene idéntico resultado y apenas ve “luz” le manda el tiro seco, bajo y esquinado de no menos de treinta metros, Podestá cuando la ve venir comienza a inclinar su cuerpo hacia su derecha, sabe, intuye que no llega, pero lo intenta. “Salvame!!” Le ruega a su caño derecho pero este siente solamente el paso de la caprichosa y los piolines que se tensan cuando la redonda se abraza con la red. Gol!! Golaaaaaaaazo! Lo festeja todo el banco…lo festeja todo Boca. ¡Y el gol estaba en el banco!, le comenta un hincha a otro.
Boca intentó aumentar, pero Hispano no lo dejó. El celeste fue a buscar la gloria del empate, antes tuvo de un pelotazo largo la chance de que Trejo enfrentara a Martínez, pero Eduardo ganó por rapidez y reflejos y saliendo de su área evitó la arremetida del atacante celeste. Y de la nada, sale un pelotazo por izquierda para Andrada, Diego que encara a la marca va Olguín, Jorge llega primero a la redonda y despeja, Diego dice “ya que estamos…” se tira, vende una fantasía de simulacro, y Mareco “Entra de una” y compra. Roja para “El cholga”..Inmerecida, injusta… pero roja al fin. Ese, y el error de no ver ni él ni su asistente, el ”cortito” de derecha al hígado que le metió Germán Cabral a Franco Gómez sin pelota y que merecía la roja, fueron los errores más notorios de Don Mareco. Hispano aprovechó el numero de camiseta que decían que las celeste eran más que las xeneizes y fue a buscar un empate, Boca bajó un par de metros y dejó a dos para la contra, que Don Lugo, el asistente, correctamente se las negó con dos o tres “Banderazos” de offside.
No hubo tiempo para más, con cuatro de alargue, se iba el partido. Boca sigue sumando de a tres y ha llegado a veintiuno, busca su segunda estrella, hasta hora la busca como juega…, sin apuros.
