Dentro de un equipo que en líneas generales jugó muy bien, se destacó una vez más el chaqueño José “Pepe” Quiroga, que se tornó imparable para la defensa de Independiente. Cuando iba por izquierda no lo podía controlar Villar, cuando se fue al otro sector fue una pesadilla para Manuel Aguirre.
El chaqueño volvió a mostrar su gran talento y mucha chapa para este tipo de finales, con sus fintas y gambetas volvió locos a los futbolistas tandilenses, que todavía deben estar soñando con sus gambetas. Fue otra vez desequilibrante y por sus pies pasó el mejor fútbol de Boca, que por momento fue arrollador. Se erigió otra vez como la gran figura del team de Rapalín, demostrando que está viviendo su mejor etapa desde que está en Boca.
Otro de los que rindió a la medida que lo necesitaba el equipo fue Raúl Becerra, estuvo pocos minutos en cancha, pero gravitó y lo más importante es que volvió a reencontrarse con el gol. El último lo había anotado contra Deportivo Patagones, al convertir el penal decisivo.
Su gol fue una verdadera joya, lo dejó gateando al muy buen arquero Hugo Quintas, dejó en claro que poco a poco está reencontrando su nivel y esto es bárbaro para Boca, que tiene en él a una carta importante de gol.
Eduardo Martínez casi no tuvo trabajo, respondió muy bien en las pocas veces que llegó Independiente. Los centrales tuvieron una tarea muy pareja, donde sobresalió nuevamente el neuquino Víctor Manchafico, con gran salida con pelota al pie.
El salteño Flavio Márquez jugó bien, con una gran dinámica, y Diego Sandoval lo acompañó a la perfección. Lucas Ceballos volvió a ser desequilibrante, aportó el fútbol más criterioso de Boca y estuvo en todos los sectores de la cancha, Leandro Fernández mostró lo suyo, sacrificio, mucha entrega, no lució tanto, pero se brindó por el equipo y corrió los noventa minutos.
En definitiva, un gran partido de los muchachos de Boca, que volvieron a exhibir que físicamente están hechos unos aviones y que no será una tarea nada sencilla para Independiente torcer esta historia. No es fácil hacerle dos goles a Boca y de contragolpe, el equipo de Río Gallegos ha hecho sus mejores partidos.
En síntesis, una gran actuación de Boca, muy convincente, práctico y efectivo, como para soñar que el ascenso está cada vez más cerca, habrá que ser paciente y esperar seis días.
lA OPINION AUSTRAL.
