30 marzo 2009

"Cuervo en llamas"

TORNEO DEL INTERIOR
Los Cuervos en el Municipal de Ushuaia, vencieron por la mínima diferencia a Boca RG. Franco Llamas a cinco de comenzado el encuentro, fue el responsable que Eduardo Martínez detuviera el reloj en el minuto 751 de su arco en cero y por primera vez en lo que va del torneo, fuera a buscarla adentro de su arco. Floja actuación de Pablo Fernández, árbitro del partido. Nadie supo explicarse porque se fue expulsado Lucas Ceballos sin embargo todos entendieron claramente porque vio la roja Emanuel Fuentes. En siete días en el Defensores del Carmen se verán nuevamente las caras cuervos y xeneizes y allí se define la clasificación.
Fotos: La Quimera. Texto: Alfredo Galvez

Ushuaia en solo cinco horas me ha mostrado en forma imaginaria las cuatro estaciones del año. Sol viento, calma, nieve, lluvia...no se guardó nada. Pero pasadas las tres de la tarde se plantó en invierno y así se mantuvo hasta el final del partido. El frío “calaba” los huesos cuando el azulgrana apareció en campo. Sobre el pucho nomás hicieron lo propio Boca y la terna arbitral encabezada por Pablo Fernández, hombre de Junín, y sus dos asistentes, estos dos oriundos de Río Grande. Con el arranque del xeneize y el pelotazo por izquierda en busca de Leandro Fernández en forma fallida, se iniciaba el partido. De antemano se preveía que la lucha se iba a plantear por la “toma” del mediocampo. Próximo a los cuatro minutos de juego, a pocos metros de la línea media un hombre de Boca cae victima de falta, que el árbitro desestima y mientras Boca protesta, un hombre del Cuervo, toma rápidamente el balón y efectúa velozmente el lateral, se genera una jugada casi de fútbol de salón por la velocidad y gambeta, viene la perfecta habilitación al centro delantero Llamas, Franco que acomoda el cuerpo para su mejor perfil y pisando el área de derecha ,cruza el remate doblegando la resistencia de Eduardo Martínez.
Locura del Cuervo, esbozada en festejo. Baldazo de agua fría para el xeneize que por primera vez en el torneo arrancaba perdiendo.
Barajar y dar de nuevo para Boca. Ahora si, el mediocampo fue lugar obligado de fricción, choque y “chamullo”, en donde Claudio Rola, número cinco y capitán de Los Cuervos, ganó la pulseada desde el principio hasta el final y encontró en el árbitro del partido el aliado ideal para sus artimañas, legitimas, cierto, pero cuando son al extremo, deben ser sancionadas, y esto nunca ocurrió. La cosa es que así planteado el partido, hicieron que Claudio, fuera exasperando y sacando de sus cabales tanto a Sandoval como a Márquez.

A pesar de esto Boca dominaba territorialmente, pero lejos, muy lejos del arco defendido por Javier Ortega. La excepción fue un centro desde la derecha, capitalizado dentro del área por Fernández, pero Leandro en inmejorable posición la dilapida enviándola por sobre el travesaño. Leandro nos tiene acostumbrado a definir como los dioses, pero hoy definió como el Diablo. Tiro libre por izquierda para Boca. Muñoz forcejea con Lemus, Darío Marcovechio se empuja con Olguín. El arbitro no autoriza a jugar y cansinamente recorre no menos de veinte metros, lo encuentra a Cevallos y le muestra roja directa, Lucas no entiende nada. Me rectifico NADIE entiende nada, el asistente Sr. Obando parece “pintado” porque nunca llamó al árbitro y nadie le pidió opinión alguna, es más nunca levantó su banderín en señal de problema alguno dentro del área... Inexplicable.
Haciendo caso omiso a eso de la lógica, Boca nunca demostró tener un hombre menos en campo, por el contrario. Mientras que el azulgrana, armó dos líneas de cuatro, bien definidas, muy cerca una de otra, y Boca , si bien tenía la pelota y terreno, nunca le encontró la vuelta esa población “cuerva” en defensa.
Esporádicamente algún pelotazo pala Llamas o Lucas Soto y nada más. Con tanto juego cortado, con cada pelota que se perdía fuera del campo o cada vez que se debía realizar un eterno saque de arco, uno esperaba un alargue de no menos de cinco minutos, sin embargo para despistar a todo el mundo Don Fernández con uno solo de adicional no soportó más el frío y mandó a todos al descanso.
Esforzarme en sacarme un poco el frío fue casi mi exclusiva obsesión durante los quince minutos pactados como entretiempo. Pero tuve que reconocer en ese lapso, la admiración que supo despertarme la hinchada local, que no paraba de saltar y alentar por el cuervo, rodeadas de sus “trapos” y redoblantes.
El cambio de casaca en la visita, ahora de atuendo amarillo, y la blanca por la negra del árbitro, era lo único que se modificaba para el reinicio del encuentro.,
Cada cual atiende su juego, pensé. Porque Los Cuervos, a sabiendas de que Boca jugaría más en ataque, se plantó decididamente atrás y literalmente terminó de soltar a Alan Zentner que tuvo la libertad para circular por todo los rincones de la cancha mostrando un despliegue físico admirable y envidiable. Puso, corrió, marcó y además jugó, fue lejos el más claro del local cuando la caprichosa pasó pos sus píes. Boca eligió la banda derecha para esbozar sus ataques, Víctor Manchafico era la salida más clara de la visita por ese sector, desdoblándose en la marca y pasando como hombre de punta en incontables ocasiones.
Márquez y Sandoval, empezaron a tomar mejor el mediocampo y de apoco fueron superando al capitán Rola, que seguía teniendo un partido aparte con cada jugador de Boca que pasaba cerca suyo.
Sin embargo, dominar no es sinónimo de atacar y eso le cabía a Boca. Dominaba es cierto, pero no marcaba estocadas profundas, ni habilitaciones punzantes para sus atacantes por lo que José Luis Quiroga y D´Augero, se fueron diluyendo con el correr de los minutos y los centrales Lemus y Cavalotti fueron haciéndose cada vez más fuerte, hasta tornarse casi en impasables en el fondo, tal es así, que ampos puntas fueron reemplazados promediando la etapa. El ingreso de Espeche, trajo mayor velocidad por izquierda y en el duelo con Nico Martínez ganó y perdió, pero siempre lejos del arco. La contra fue la única excusa de ataque que presentó el azulgrana en esta etapa y encima fueron pocas, muy pocas, la mejor la encabezó Lucas Soto tomando en su propio campo un rebote de su defensa tras un corner en ataque de Boca, pero Lucas dilapidó el avance y ya casi no tuvo más chances.
Poco faltaba para el final, cuando Emanuel Fuentes no tuvo mejor idea que ir a golpear de esprofeso a Martínez cuando Eduardo ya tenía la redonda en su poder contra el piso y el hombre que había ingresado de recambio en el complemento, puso su rodilla con la clara intención de golpear el rostro de Eduardo y diga que Don Obando, el asistente número uno, requirió la atención del árbitro del partido. Don Pablo primero “peló” la amarilla, pero se ve que su conciencia le pegó un grito y entonces cambió de idea en el camino y le mostró la roja a Fuentes.
A esta altura el partido se moría y el Cuervo puso la pelota, en los tres minutos de alargue en campo xeneize. Con el pitazo final de Pablo Fernández el Cuervo daba rienda suelta a su alegría. Boca mordía su bronca y apuró el paso a los vestuarios, en ese ínterin y en un abrir y cerrar de ojos, un grupo de inadaptados (Los que lamentablemente hay en todos lados) fueron presurosos desde el centro de la tribuna local hacia el sector por donde el equipo de Boca se retiraba, convengamos que esa zona no tiene los mínimos requeridos de seguridad, es fácil de la nada pasar a ser zona liberada. Y de los insultos y agravios, se pasó rápidamente a la agresión con piedras contra los jugadores visitantes. Un descontrol que duró pocos minutos, hasta que la policía (no más de seis efectivos) como en el viejo Oeste, desenfundaron y con balas de gomas intimidaron a los revoltosos disfrazados de hinchas ¿Hinchas??. Lamentable. Triste si me permite
Ganó El Cuervo, porque la única chance que tuvo, Llamas la convirtió en gol.
Perdió Boca que tuvo pelota y terreno casi como un monopolio, pero careció de ideas para vulnerar la maraña de hombres que Javier Eposto puso en defensa.
Los Cuervos, encontraron su gol en cinco minutos. Boca no encontró el partido en ochenta y cinco.
En Ushuaia Los Cuervos “Arden” de alegría gracias a Franco Llamas. El Cuervo en Llamas ... al menos por siete días.

Síntesis
Estadio: Municipal Hugo Lumbreras. Arbitro: Pablo Ariel Fernández Güemil (Junín). Asistentes: Enrique Stróngoli y Juan Ovando (Río Grande).

Los Cuervos FDM 1
Javier Ortega, Nicolás Martínez, Lucas Lemul, Claudio Cavallotti, Francisco Martínez, Darío Marcovecchio, Claudio Rola –Cap- Alan Zentner, Lucas Soto, Franco Llamas y Luis Sea Corpus. DT: Javier Eposto.
Suplentes: Ezequiel Zazzarini y Maximiliano Proz.

Boca Río Gallegos 0
Eduardo Martínez, Víctor Manchafico, Carlos Muñoz, Jorge Olguín, Damián Barrionuevo, Lucas Ceballos, Diego Sandoval –Cap-, Flavio Márquez, José Quiroga, Ariel D’Augero y Leandro Fernández. DT: Santiago Rapalín.
Suplentes: Sebastián Brisueño, Mario Pérez y Germán Cabral.

Gol – Primer Tiempo: 5' Llamas (LC).
Cambios – Segundo Tiempo: Emanuel Fuentes x Sea Corpus (LC); Fabián Espeche x Quiroga (BRG); Fabricio Neiras x Soto (LC); Hugo Muñoz x Llamas (LC) y Leonardo Fernández x D’Augero (B).

Incidencias – Expulsados: primer Tiempo: 27' L. Ceballos (BRG). Segundo Tiempo: 41' Emmanuel Fuentes.

La Quimera