05 abril 2009

Victoria y clasificación

Boca Río Gallegos dio vuelta la historia contra los Cuervos del Fin del Mundo y terminó ganando 3 a 0 con un segundo tiempo de gran nivel. Ahora, enfrentará a Defensores de la Rivera que venció a Estrella del Sur en la otra llave.
05/04/2009 22:21

El Torneo del Interior comienza a ingresar a sus etapas finales y por primera vez en varios años Río Gallegos tendrá un representante en dicha instancia.
Quedan 32 equipos en carrera y entre ellos está Boca Río Gallegos que ayer logró dar vuelta la historia ante los Cuervos del Fin del Mundo, en la cancha de Defensores.
Los “Xeneizes” habían caído por 1 a 0 en el partido de ida que se disputó en Ushuaia, pero ayer se tomaron revancha, ganando 3 a 0.
De esta manera, los dirigidos por Santiago Rapalín clasificaron a la siguiente instancia del Torneo del Interior y ahora son el único representante de Santa Cruz, ya que Estrella del Sur cayó por 2 a 1 contra Defensores de la Rivera, de Rawson.

INICIO COMPLICADO

Si bien el final fue toda una fiesta, el comienzo no fue nada fácil para Boca que comenzó nervioso, como tratando de apurar el juego para convertir lo antes posible. Algo que no le jugó a favor contra los Cuervos que se plantaron bien firmes en el fondo y listos para pegar cuando los locales se equivocaran.
Y no faltó mucho, porque Boca iba, pero se descuidaba atrás y eso obligó a que Eduardo Martínez sacara a relucir sus cualidades para tapar tres mano a mano increíbles que lo convertían en la figura de la cancha.
El gran momento del arquero le da confianza a Boca como para buscar con fuerza adelante, sabiendo que su valla está muy bien custodiada.
Boca llegó en unas pocas ocasiones, pero el tema se ponía difícil con el paso de los minutos y ya se generaba un murmullo: “Si no meten un gol antes de que termine el primer tiempo se les va a complicar”, tiraba una de las tantas personas que ayer asistieron a ver el partido en Defensores.
Y todo parecía indicar que el primer tiempo se iba sin emociones, hasta que Ariel D’Augero le dio rienda suelta a la alegría de Boca, convirtiendo el 1 a 0 que le dio aire a un equipo hasta entonces muy nervioso.
El grito de gol pareció un desahogo en un plantel ahora sí recuperaba confianza ante un rival con jugadores ligeritos que estaban listos para cualquier “contra”.
Los primeros 45 terminaron con Boca ganando, pero sin justificar demasiado tu ventaja con futbol.

LO MEJOR

Sí, lo mejor llegó en el complemento, porque Boca se soltó y tuvo fútbol de alto vuelo, quizás lo mejor que se haya visto de este equipo en lo que va del torneo.
Con la cancha mojada y rápida, Boca propuso por fin el fútbol que tanto se espera, con juego colectivo, toque cortos y pases en profundidad al final, como para crear situaciones de peligro.
No pasaron muchos minutos para que los “Xeneizes” tuvieran un penal a favor y parecía que el panorama se aclaraba, pero Ariel D’Augero no lo pateó de la mejor manera y Javier Ortega lo atajó sin demasiados inconvenientes.
El partido seguía 1 a 0, pero Boca atacaba mucho y los Cuervos del Fin del Mundo sólo esperaban casi sin tener reacción.
La lógica y las estadísticas indican que muy pocas veces un equipo puede aguantar un resultado con una actitud tan poco ganadora.
D’Augero y Leandro Fernández tendrían tres oportunidades más para ampliar la ventaja, pero Ortega, el palo y cierta dosis de suerte hacían que los visitantes se mantengan con la ilusión de los penales.
Todo esto hasta que a los 28 minutos Rapalín decide el ingreso del “Tigre” Rodríguez, uno de esos delanteros oportunistas que generalmente se transforman en protagonistas en este tipo de partidos.
Y así fue. No pasó más de un minuto desde su ingreso para que Rodríguez pusiera la cabeza en un centro para estampar el 2 a 0 y tirar abajo todas las ilusiones de los Cuervos del Fin del Mundo, que a esa altura se mostraban abatidos.
En Boca todo era una fiesta, el “tigre” le dedicaba su gol a toda la cancha y sus compañeros lo abrazaban sabiendo del valor del tanto convertido.
De allí en adelante, Boca no le dio respiro a un equipo que terminó rindiéndose a los pies de un equipo que tuvo un segundo tiempo genial.
El segundo tiempo de Boca ayer tranquilamente puede ser de lo mejor que han demostrado en el torneo y eso es una buena noticia pensando en lo que se viene.
Fabián Espeche jugó como para pensar que es un jugador clave en el funcionamiento de Boca. José Quiroga sigue demostrando que le puede aportar mucho al equipo y Flavio Márquez fue otro que jugó lindo, hasta obteniendo un premio al esfuerzo al convertir el tercer gol a los 36 minutos del complemento.
Todo fue de Boca en el complemento y su gente terminó festejando todo lo bueno que mostró el equipo en la segunda mitad.
¿Y ahora? Y ahora Boca se ilusiona, porque el rendimiento en el complemento fue muy bueno, justo cuando se viene Defensores de la Rivera, que ayer superó 2 a 1 a Estrella del Sur de Caleta Olivia y significará un desafío importantísimo para los muchachos de Rapalín.
Boca va y tiene con que hacerlo, por lo que los próximos capítulos de esta historia prometen tener más alegrías para un plantel que tiene tipos de experiencia.
Lucas y Leandro Fernández, Jorge Olguín, Eduardo Martínez, Carlos Rodríguez y varios de los que llegaron desde diferentes lugares del país tienen sobre sus espaldas batallas como estas y ayer han sumado una batalla importante como para ganar confianza, porque la “guerra” continúa.
Ayer, Boca funcionó a pesar de la presión y volvió a demostrar que un tropezón no es caída.