22 junio 2009

Una victoria para seguir soñando

Boca de Río Gallegos le ganó a Racing de Trelew 2 a 0, con goles de Lucas Fernández y Raúl Becerra, uno en cada período, en lo que fue partido de ida de la promoción, por un lugar en el Argentino “B”. El cotejo, disputado ayer en cancha de Defensores del Carmen, fue presenciado por algo más de 1.500 personas. Con esta victoria muy esforzada, el equipo de Santiago Rapalín todavía sueña con el Torneo Argentino “B”. Lucas Ceballos fue la gran figura del azul y oro. La revancha se disputará el martes 30, en el Cayetano Castro de Trelew.
Un viejo axioma del fútbol dice que las finales se ganan, no importa cómo, pero se ganan. Y Boca lo entendió a la perfección, sin jugar demasiado bien, consiguió el objetivo que era ganar de local y tirarle toda la presión a Racing de Trelew, que ahora deberá ganar en el Cayetano Castro por dos goles, si quiere mantener la categoría.
La cancha de Defensores del Carmen no tuvo el marco de otras tardes, como en las finales ante Independiente de Tandil y contra Ferrocarril Sud de Olavarría, pero igual se acercaron más de mil personas para seguir acompañando este sueño de Boca que todavía sigue en pie, el sueño de todos los santacruceños.
Con un cambio en la defensa, Mario Pérez por Carlos Muñoz, y otro en la zona de volantes, el ingreso de Germán Cabral por Flavio Márquez, salió Boca a jugar un partido muy caliente contra la Academia de Trelew.
Fue una semana difícil en Boca, se notó en los primeros minutos, porque los volantes no podían manejar la pelota y dentro de este panorama, apareció el buen juego de Racing con el volante Diego Napolitano, de muy buen manejo, ya a los 7 minutos avisó el visitante con un remate del puntero Esteban “Piojo” López, que besó el palo izquierdo de Eduardo Martínez.
Boca no encontraba su fútbol, José Quiroga pasó inadvertido durante todo el primer tiempo, quien se ponía el equipo al hombro fue Lucas Ceballos, la gran figura de la tarde. El volante se erigió en la figura del equipo de Rapalín, todas las jugadas ofensivas pasaban por Ceballos, que fue incontrolable para la defensa de Guillermo Samso.
El primer tiempo fue malo, con muy poco fútbol, pero plagado de fricción, con mucha marca y pierna fuerte, fue así como en una acción descalificadora que mereció tarjeta roja, el volante Diego Napolitano lesionó al defensor de Boca Mario Pérez, provocándole una fractura en el antebrazo.
Con el ingreso del salteño Fabián Espeche en lugar de Mario Pérez, el equipo local mejoró mucho, bajó unos metros Ceballos, fue en los últimos quince minutos donde apareció el mejor fútbol de Boca.

Lucas Fernández anota el primero de sobre pique
El gol llegó a 5 del final, cuando un centro desde la izquierda lo encontró perfectamente ubicado a Lucas Fernández, quien remató de sobre pique y envió el útil al fondo de la red, para provocar la locura de los fieles boquenses, que estoicamente aguantaron el frío meta grito, y la desasón de los 50 hinchas de Racing, que se hicieron más de 1.200 kilómetros para acompañar al equipo de sus amores.
A partir de este momento, siguió manejando la pelota Boca y estuvo a punto de irse con un gol más al descanso, porque a los 45 minutos otra vez aparece en escena Lucas Ceballos, quien ejecutó un potente remate que dio en el caño horizontal.
Boca con muchos nervios y Racing que se dedicó a golpear muchísimo, animaron un primer tiempo muy emotivo, con los técnicos que observaron el juego de pie, dando muchas indicaciones. No fue un gran juego desde lo técnico, pero lo importante era ganar. Boca se fue con un gol de ventaja al vestuario.

A colgarse del travesaño
Si en el primer tiempo Racing había hecho poco, en el segundo tiempo se dedicó a defender. Todos los hombres de la Academia se replegaron en su campo y le regalaron la pelota a Boca, que creó innumerables situaciones de gol como para anotar rápidamente.
El arquero Emanuel Armendi, primero a Ariel D’Augero y después a Lucas Ceballos, ahogó los gritos de un gol que estaba al caer; Boca era mucho más, la pelota pasaba por Lucas Ceballos, que encontró en “Gambeta” Espeche un socio ideal para crear el fútbol que necesitaba el equipo de Río Gallegos.
Pero Racing iba a tener una de contra, Boca arriesgó tanto en ofensiva, dejando tres hombres en defensa, que promediando los 30, en una contra Diego Napolitano estrelló un remate en el travesaño, podía haber sido el empate, algo totalmente injusto.
Antes de eso, el árbitro Juan Ignacio Bruno dejó pegar en demasía a Racing, Federico Sardón levantó por el aire a Diego Sandoval y se debió haber ido expulsado, igual suerte debió correr el defensor Caullán por una dura falta contra Ariel D’Augero. Mostrará algo distinto en Trelew Racing, porque ayer vino a defenderse pegando mucho, la única figura para destacar fue Diego Napolitano, cuando se dedicó a jugar y la peligrosidad del diminuto delantero Esteban López.

Becerra de cabeza provoca el delirio
Racing con el 0-1 se sentía cómodo, porque ganando por un gol en Trelew mantiene la categoría, pero cuando se moría el partido apareció en toda su magnitud la enorme figura de Raúl Becerra, que ingresó en el segundo tiempo y cumplió. Un centro desde la derecha lo encontró bien ubicado en el área, se elevó y con un cabezazo venció la tardía salida del arquero Armendi. Iban 44 minutos y era el segundo gol de Boca, no definitorio, pero con dos goles se viaja más tranquilo a Trelew, porque ahora el gasto lo tiene que hacer el equipo que dirige Guillermo Samso.
Un buen triunfo de Boca, en un cotejo muy friccionado, con mucha lucha, poco fútbol, mucha pierna fuerte y un árbitro que debió haber expulsado a más de un jugador de la visita.
En ocho días se define otro equipo clasificado al Torneo Argentino “B”. Ascenderá Boca o mantendrá la categoría Racing. Será fundamental el planteo táctico que pueda hacer el equipo xeneize en tierras chubutenses, no será nada sencillo, pero tampoco imposible. Lo importante es que se ganó en casa. A pesar del frío, todos nos fuimos cantando bajito con el sueño del ascenso, que es posible, con la ilusión que todavía está intacta. Pero atención, todavía faltan noventa minutos.

LA opinion austral