15 junio 2009

Boca cayó en Tandil y jugará la promoción

Boca no pudo hacer su juego y fue superado sin atenuantes por Independiente de Tandil 4 a 1. El único gol para el equipo de Río Gallegos lo convirtió Ariel D’Augero, a los 37 minutos del primer tiempo. Los goles del Rojo, que ascendió al Torneo Argentino “B”, fueron marcados por Diego Lecuona, Emanuel Morondo, Juan Turri y Manuel Aguirre. También ascendieron Ferrocarril Sud de Olavarría y Unión Villa Krause de San Juan. A Boca le queda otra chance para ascender, jugará la promoción contra Racing de Trelew el 21 y 29 de junio.
No pudo ser. La imagen del final, el desconsuelo de los futbolistas de Boca que se retiraban del estadio con lágrimas en los ojos, era por demás elocuente, como para graficar lo que sucedió en los noventa minutos de fútbol.
Independiente fue mucho más, Boca jugó su peor partido en el certamen y se encontró con un equipo que fue inapelable a la hora de concretar en la red lo que generaba en la cancha, con goles y muy buen fútbol, logró la ansiada clasificación para el Torneo Argentino “B”, revirtiendo la desventaja de dos goles.
Los diez primeros minutos fueron de Boca, que empezó a manejar muy bien la pelota en la zona de gestación y a los 2 minutos avisó el equipo de Santiago Rapalín, con un remate del “Pepe” Quiroga que envió al corner el arquero Hugo Quintas.
Pero después de ese dominio inicial fue todo de Independiente, que creció en su fútbol a través de la enorme figura de Agustín Aguirre, que fue la manija, hizo jugar a los carrileros y fue inteligente el técnico Nosei que mandó a su equipo por el sector más vulnerable que ayer mostró Boca, la punta izquierda, donde Lucas Fernández siempre se vio superado por los jugadores tandilenses.

A los 32’ se abrió el marcador
Independiente manejaba bien el útil, a los 32 minutos llegó el premio para el conjunto del “Colo” Nosei, tras un tiro libre desde la derecha muy bien ejecutado por Agustín Aguirre, apareció en el área chica libre de marcas el defensor Diego Lecuona para vencer con un seco remate a Eduardo Martínez, decretando el 1 a 0, alegría para todo el público de Independiente y por qué no, empezar a soñar con la clasificación.
Era el mejor momento de los tandilenses, volcaban todo su juego por el andarivel izquierdo y estaba al caer el segundo gol rojo, pero como el fútbol no tiene lógica, en una de las pocas contras que tuvo Boca, apareció en todo su nivel Lucas Ceballos que se fue con pelota dominada por izquierda, transitando con la globa más de treinta metros, para después meter el centro que encontró bien ubicado al ariete goleador Ariel D’Augero, quien anotó el empate. Iban 37 minutos del primer tiempo y el centenar de hinchas boquenses que hizo 40 horas en micro para alentar al club de sus amores, lo festejó como si fuese el gol del campeonato.
Pero cuando se moría el primer tiempo llegó el segundo de Independiente, con el gol que convirtió el buen volante central Emanuel Morondo, que de cabeza sometió a Eduardo Martínez. El gol en el momento menos indicado, después el pitazo del árbitro Aguilera (de buena tarea) y a los vestuarios.

El delirio de los tandilenses
En la complementaria nada cambió, Boca ingresó sin cambios, el que hizo variantes fue el rojinegro, que hizo ingresar a Matías Pereda en lugar de Gerardo Villar. Ya a los 7 minutos el delirio se apoderó de todos los tandilenses, tras una gran maniobra personal de Agustín Aguirre, que volcó el juego sobre la derecha, y el centro perfectamente enviado por Matías Pereda, encontró libre de marcas al potente delantero Juan Ignacio Iturri, quien sometió a Martínez, otra vez con golpe de cabeza. Era el 3-1 que le daba mayor tranquilidad al equipo orientado por Mauricio Nosei, ya estaban iguales en goles, pero el rojo siempre fue por más, fue así como se encontró con el gran premio a los 40 minutos del segundo tiempo, a cinco del final, Manuel Aguirre con un suave remate de derecha venció la estirada de Martínez, anotando el cuarto gol que les dio el pase al Torneo Argentino “B”.
Boca jugó mal, fue el peor partido y encima tuvo la desgracia de encontrar a un equipo que fue inapelable en ofensiva y se dedicó a jugar, nunca a discutir un fallo del árbitro, trabajaron muy duro en la semana y consiguieron un gran triunfo que festejaron con los 500 hinchas que los acompañaron.

La opinion austral