27 abril 2009

Con la fe intacta

Boca Río Gallegos no pudo doblegar en cancha de Defensores del Carmen al luchador Deportivo Patagones. Si bien el conjunto local fue más que su rival, no pudo ante el arquero y la buena defensa visitante.

La tarde de ayer estaba preparada para ser una verdadera fiesta del fútbol de nuestra ciudad. El estadio de Defensores del Carmen estuvo colmado por más de 1500 hinchas locales, los cuales alentaron de forma incesante al equipo local. El arranque del partido mostró a un Boca volcado en la ofensiva y a un Deportivo Patagones bien plantado en el fondo, con dos líneas de 4 que sólo se defendieron y esperaron alguna contra para poder sorprender a la defensa local. El local no le encontraba la vuelta a su rival, debieron pasar 15 minutos para que Boca llegara con peligro hasta las barbas del arquero visitante. Tras un gran centro de Sandoval, José Quiroga se lo perdió solo abajo del arco. A los 18 probó Lucas Fernández y su tiro se fue apenas por encima del travesaño. Luego, 2 minutos más tarde, falló el golero Severino y se lo perdió D’Augero. Parecía que era el momento de Boca, para colmo a los 25 Espeche no pudo empujar al gol un gran centro de Quiroga.
Pero el momento de Boca pasó y de a poco el encuentro fue cayendo en una gran meseta. Boca no encontraba la manera de entrarle al cerrojo ofensivo impuesto por el conjunto visitante, que se conformaba con el punto.
A los 34 de ese primer tiempo el auriazul tuvo otra clara, zapatazo de afuera del área de Lucas Fernández y el uno visitante la mandó al corner con gran esfuerzo.
Esa fue la última que tuvo Boca en el primer tiempo, luego el partido se volvió a caer y los jugadores se fueron al vestuario con un pálido 0 a 0.
Trabado y luchado
Así comenzó el segundo tiempo, si el primero había sido difícil de ver a los ojos de los espectadores, los últimos 45 fueron peores. Boca se repitió en centros frontales que fueron bien rechazados por la defensa visitante, pero sólo eso, ya que Patagones jamás intentó generar juego y Eduardo Martínez fue un espectador más. El local tuvo 7 tiros de esquinas en el complemento, pero el viento y la mala puntería de los jugadores locales hicieron que los delanteros de Boca no tuvieran posibilidad alguna de ganar en las alturas.
Recién a los 17 minutos del complemento, Ariel D’Augero la tuvo, pero el uno local salvó milagrosamente; a partir de allí, el Xeneize comenzó a inclinar la cancha a su favor en base a garra y actitud, pero el gran viento que hubo ayer en cancha de Defensores, complicó las chances del buen juego al cual nos tiene acostumbrado Lea Fernández, quien no fue nunca la manija del equipo y Boca lo sintió.
El partido indefectiblemente se fue yendo, con un Boca desesperado que buscaba por todas partes, pero que no pudo quebrar la muralla defensiva impuesta por el conjunto bonaerense, que se defendió prácticamente con 10 hombres y que, salvo jugadas aisladas, no pasó grandes sobresaltos.
Con el pitazo final del árbitro se evidenciaron 2 estados ánimos, el del local, algo cabizbajo por el triunfo que pudo ser pero que la suerte le negó, y la satisfacción de los jugadores de Deportivo Patagones por haber logrado el punto que vinieron a buscar. Ahora Boca deberá ir a la provincia de Buenos Aires a buscar un triunfo que lo deposite entre los mejores 8 equipos de este torneo y, a decir verdad, tiene todas las armas para así hacerlo, los jugadores y el cuerpo técnico están seguros de que se puede y este equipo ya lo ha demostrado en campos de juegos foráneos. Ojalá el próximo lunes estemos escribiendo una nota que hable de una nueva hazaña del fútbol santacru-ceño; que así sea.

Magna.