30 marzo 2009

Mal paso de Boca por Ushuaia: se quedó sin invicto, perdió a su mejor hombre por expulsión y Martínez dejó de ser invencible

Sin jugar en gran nivel pero golpeando en el momento justo, Cuervos de Fin del Mundo de Ushuaia logró ayer una importante victoria ante Boca Río Gallegos por la mínima diferencia y quedó mejor perfilado que su rival de cara a la revancha a jugarse dentro de una semana en Defensores del Carmen.
Si bien es cierto que sufrió en algunos pasajes del encuentro, sobre todo al comienzo de la segunda mitad y en el cierre del match, el equipo fueguino que hizo de local en el estadio municipal “Hugo Lumbreras”, justificó la diferencia obtenida en los 90 minutos, merced a un correcto trabajo defensivo y al aprovechamiento casi integral de las situaciones de gol que se le presentaron.
Es que aparte de la jugada que derivó en la apertura del tanteador, Cuervos no dispuso de otras situaciones netas, de esas que uno en la tribuna se agarra la cabeza y le pregunta al de al lado “cómo fue que la pelota no entró”.
El local sorprendió en el inicio de las acciones y cuando algunos plateistas todavía no destapaban la gaseosa, Cuervos se adelantó en la pizarra. Una jugada típica de fútbol de salón (la disciplina más practicada en Ushuaia y en la que Tierra del Fuego es potencia en el país), terminó con Franco Llamas sometiendo a Eduardo Martínez que esta vez no pudo hacer nada para mantener el cerrojo en su arco. Arco que no había sido vencido en los ocho compromisos anteriores de Boca RG (los seis de la ronda de grupos y los dos siguientes en la serie con Mutual Banco Tierra del Fuego por la segunda fase del torneo).
Lo concreto es que después de mucho tiempo el último campeón del fútbol grande de Río Gallegos se vio en desventaja en un partido oficial quedando urgido a buscar el empate lo más rápido posible.
Como era de esperar el cuadro dirigido por Santiago Rapalín se adelantó en el terreno y entonces los hombres de ataque y volantes externos del conjunto azulgrana dispusieron de espacios para la contra.
Sin embargo ni Boca fue un equipo descontrolado que se desarmó defensivamente en su afán por buscar la paridad, ni Cuervos dispuso de ocasiones nítidas para aumentar. Además cada vez que el campeón fueguino quiso ir a fondo, se encontró con una buena respuesta del arquero Martínez.
En el complemento el dueño de casa se paró un poco más atrás y ajustó algunas fallas en defensa. Del otro lado, Boca insinuó un tibio dominio de campo pero nunca terminó de llevarse por delante al rival.
Así entre uno que prefería cuidar el cero en su arco y probar con alguna contra aislada y otro que atacaba sin mucha claridad, se fueron yendo los minutos sin que nada extraordinario pasase cerca de los arqueros. En los instantes finales la visita volvió a mostrarse más ambicioso pero ese ímpetu no fue suficiente para doblegar la resistencia del aquero Ortega.
De cualquier manera, no se puede soslayar en este comentario, que Boca jugó con uno menos desde los 28 de primer tiempo cuando perdió a su mejor hombre, el volante Lucas Ceballos que para sorpresa de muchos, vio la roja directa.
Sin el jugador que le aporta salida limpia por derecha y claridad en ataque, Boca apostó por el tiro de media distancia y los centros a la olla para trata de vulnerar a un conjunto que, vale recalcarlo, estaba invicto en Tierra del Fuego.
Por todo lo expuesto, se puede decir que los de camiseta azul y oro no hicieron tan mal negocio en la ciudad más austral del mundo, más allá de que nunca es un buen resultado la derrota.
Ahora Boquita necesita marcar al menos dos goles para avanzar a la cuarta instancia del torneo aunque se vence 1-0 serán los penales los que decidan qué equipo se alza con el pasaporta para la siguiente instancia.
Pensando en el cotejo de vuelta, se sabe que Boca Río Gallegos es intratable en cancha de Defensores y, por lo visto hasta acá, tiene con qué ganarle a este Cuervos del Fin del Mundo que igualmente sacó muy buenos resultados fuera de su ciudad.