Boca Río Gallegos encara el último obstáculo para conseguir el tan ansiado ascenso al Torneo Argentino “B”. Por el momento que vive el fútbol de Río Gallegos, es evidente que se trata de mucho más que un simple logro deportivo.
Quienes realmente sienten y viven el fútbol de Río Gallegos, saben bien el golpe duro que significó la deserción de Bancruz en el Torneo Argentino “B” allá por fines del 2005.
“Retrocedimos 10 años”, afirmaban los dirigentes “bancarios” segundos después de haberse dado por vencidos cuando el Gobierno provincial, decidió no apoyar más la campaña de club de la calle San Martín, a pesar de una serie de buenas campañas.
Los años posteriores a esa deserción, trajeron más penas que alegrías para una ciudad que todavía respira fútbol, a pesar de que la liga local no esté pasando por su mejor momento.
El torneo de Primera División apenas si supera los 10 participantes sobre una ciudad de más de 120 mil habitantes, y varios de ellos apenas si logran presentarse cada año.
Las diferencias con los árbitros y la falta de canchas en condiciones (más allá de lo que significan hoy por hoy las de Defensores y Boxing), la cuestión no es nada fácil y las motivaciones de los más chicos son escasas.
Basta con analizar un 2009 en el que el fútbol infantil comenzará a jugar su torneo oficial recién en agosto.
El panorama no es el mejor, y el futuro incierto. Pero mucho de esto podría cambiar con un ascenso que motivaría a cualquiera.
Entonces, cualquiera que de verdad se detuvo a pensar en el bienestar del fútbol de Río Gallegos sabe que lo que se juega Boca es mucho más que un ascenso.
Se trata de la posibilidad de ofrecerles a los más chicos algo diferente a lo acostumbrado. Ofrecerles algo más que canchas vacías con un puñado de personas cada domingo o enfrentamientos entre equipos que quieren, pero muchas veces no pueden, ofrecer un buen espectáculo.
EL DEBATE
Son los técnicos mismos los que cada año repiten que el fútbol local no tiene un buen nivel y, salvo esta excepción de Boca, la participación de los equipos de Río Gallegos en el Torneo del Interior demuestran que al fútbol local no le da para comenzar a caminar en el ascenso por talento genuino.
Y así es como hace falta buscar afuera lo que no se encuentra en casa. Cosa que bien hizo Boca en este 2009, con el debate que eso genera, porque el dinero para contratar esos refuerzos se relacionan automáticamente con Lázaro Báez, empresario acusado de ser beneficiado por la gestión “K”.
Entonces, ¿está mal que dicho empresario invierta un mínimo porcentaje en el deporte antes que ni siquiera se interese?, ¿le quita valor al logro deportivo que el dinero provenga de ese empresario?, ¿cambia algo para el deporte si el dinero es “sucio” como lo denominan quienes no comparten el proyecto de Boca?
Son cuestiones para un largo debate. Lo que no se puede discutir es que el final de esta historia, puede encontrar a Boca consiguiendo un ascenso que en realidad sería una nueva oportunidad para el fútbol de Río Gallegos.
Una nueva oportunidad, para que los más chicos tengan un espejo futbolístico en el cual mirarse y motivarse para seguir creciendo.
Una nueva oportunidad, para que la comunidad de Río Gallegos recupere aquella cultura del hincha que supo tener hace más de 20 años atrás y que murió con el paso del tiempo.
Una nueva oportunidad, para que el fútbol pueda encolumnarse en un objetivo común que bien podría colaborar para salir de un pozo que lo tiene atrapado desde hace al menos cuatro años.
¿DISCUTIR O TRABAJAR?
Pensando en que la posibilidad está al alcance de la mano, todos los que trabajan en el fútbol de Río Gallegos, deben ponerse a pensar si este momento se aprovecha para discutir o trabajar.
¿Y esto por qué? Porque los comentarios que llegan a la edición digital de TiempoSur reflejan claramente que en la provincia, aún hay muchos que desean fuertemente que Boca no logre el ascenso, aunque eso implique perder la única chance de motivar a grandes y chicos para volver a la cancha.
Utilizando un poco de sentido común, y sabiendo aprovechar la oportunidad, el ascenso sería una oportunidad para todos, más allá de que hoy le toque a Boca.
Por el momento, otro camino no hay. Entonces, es cuestión de trabajar en conjunto o juntar fuerzas para resistir la convivencia en un pozo que no trae más que problemas.
DE LOS PELOS
Apenas conocida la decisión del Consejo Federal que enfrentará a Boca con Independiente, dirigentes, hinchas y jugadores de este último se pusieron “de los pelos”, como se dice en la jerga callejera, por tener que viajar miles de kilómetros para jugar en Río Gallegos.
De antemano se sabía que no querían venir, pero luego la cuestión se hizo pública y en los medios tandilenses aseguran que no es justo para ellos tener que viajar hasta acá cuando ese problema tendría que haberle tocado a Ferrocarril Sud.
En Independiente, están que vuelan porque deberán recorrer 2.210 kilómetros desde Tandil hasta Río Gallegos, a lo que le suman el regreso para completar 4.420 kilómetros.
En cuando a Boca, lo peor que podría pasar, sería perder y tener que enfrentarse con Racing de Trelew en la promoción.
En tanto, el perdedor de Ferro Carril Sud -Defensores de Formosa chocará con Sporting de Bahía Blanca y el de Atlético San Jorge- Unión lo hará con Luján de Cuyo (Mendoza).
En esta instancia, en primer término jugarán como locales los equipos provenientes del Torneo del Interior y en caso de igualdad en puntos y diferencia de goles, los clubes del Argentino "B" mantendrán la categoría.
Tiempo Sur.
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