La fiesta no fue completa para Ferro. Es más, el empate fue un resultado que le cayó mejor a Club Boca de Río Gallegos que al equipo olavarriense. De hecho, las caras en los vestuarios lo decían todo al finalizar el partido. Mientras los sureños salían del camarín del "Colasurdo" con rostros de haber cumplido el objetivo, la puerta del vestuario carbonero se abrió quince minutos después. La charla entre los jugadores y el cuerpo técnico, casi en voz baja, se terminó cuando el "Vamos, vamos, que hay que jugar la revancha!".
Todo pintaba bien para Ferro, con poco más de dos mil personas en las tribunas, con globos celestes y blancos, con banderas, con aliento, con todo para hacer lo necesario para quedarse con el primer choque de la final de la Llave 1 del Torneo de Fútbol del Interior.
Pero fue Boca el que hizo el negocio, llevándose un empate de oro sabiendo que el próximo domingo el partido se va a jugar en otras condiciones que lo favorecen y que, en gran medida, perjudicarán al ferroviario: cancha sintética, con enormes medidas, con muchísimo frío (están haciendo 3 grados bajo cero por estos días) y viento. Serán once contra once en la cancha, pero el equipo de Santiago Raspalín tiene algunas ventajas inobjetables.
El "Pampa" Biaggio todavía debe estar acordándose -y todo Ferro, por supuesto- de la familia de José Chicote, el árbitro asistente. El delantero recibió un centro perfecto de Rubén Maldonado, desde la derecha -en una jugada que cortó Gargaglione en el medio-, y con un cabezazo certero puso la pelota contra un palo. Eduardo Martínez sólo la miró. Iban 3 minutos y el partido arrancaba bárbaro para el local. Pero Chicote lo hizo anular por posición adelantada de Biaggio. Podría haber cambiado la historia, porque dio la impresión que el pampeano estaba habilitado cuando esperaba el centro en el medio del área.
Fue, esa jugada también, la única que hilvanó el equipo de César Arbío en 90 minutos. Después, todo fue pelotazo para adelante, pelota dividida y a sufrir un poco cuando se tuvo que ir expulsado Guerrero a los 43 del primer tiempo. A los 9' Flavio Márquez reventó el palo derecho de Coronda, que tuvo suerte porque la pelota rebotó en la espalda del arquero y quedó ahí nomás, y a los 20' Guerrero remató desde lejos, Martínez retrocedió y como pudo le dio un manotazo a la pelota para mandarla al córner.
Fueron tres jugadas aisladas de un partido cerrado, duro, complicado, trabado y por momentos muy mal jugado. Encima, Ferro no pudo aprovechar nunca las jugadas de pelota parada, porque Maldonado, Vera o Barrientos jamás acertaron a la cabeza de un compañero; demasiado desprolijo Gargaglione para entregar la pelota, y entonces el local fue perdiendo el protagonismo que prometió de entrada. A los 39' un tiro de afuera del área, casi obligado, de Gargaglione, indicaba que lo de Ferro era demasiado poco para aspirar a mucho.
Al no estar finos Vera y Maldonado con la pelota y bien tapado Barrientos, el partido se fue complicando. Además, Benítez y Arroyo no podían irse más allá de la mitad de la cancha. Entonces ese era negocio para Boca, que defendía con dos líneas de cuatro, dejando arriba a D'Augero y Quiroga.
Eso sí, cuando había que sacar de su arco el dibujo se transformaba en un 4-2-4, con Manchafico unos metros más arriba, con Márquez y Pérez parados en el medio, D'Augero bien metido entre Guerrero y Giunta, cerca de Quiroga, y con Ceballos y Leandro Fernández abiertos en los laterales. Pelotazo de atrás y a ver qué pasaba, pero poco pudo hacer Boca, salvo cuando pudo entrar un par de veces por los laterales, pero nada más.
Un error de Guerrero (intentó parar la pelota con el brazo derecho, después de un mal pique) que Alejandro Juan cobró penal, dejó a Ferro con diez. Menos mal que Marcos Coronda (terminó siendo la figura con su seguridad durante todo el partido) hizo una atajada espectacular para detener el remate de Manchafico. Hubiese sido complicado para Ferro arrancar el segundo tiempo 0-1, con pocas luces y con uno menos. Aun así, casi hace la diferencia y Biaggio marró un gol increíble.
Un centro de Vera desde la izquierda obligó a Martínez a salir, pero chocó con Muñoz y Maldonado; la pelota le cayó al "Pampa" que sólo tenía que tocarla suavemente de cabeza para mandarla al fondo del arco; le dio fuerte y dio en el travesaño, el rebote fue otra vez a Biaggio, pero su remate rebotó en Maldonado, y luego despejó el arquero visitante.
En el segundo tiempo Arbío mandó a la cancha a Córdoba y Diego hizo un par de cosas buenas, como un remate cruzado a los 4' que Martínez sacó con un manotazo. Pero Ferro estaba desequilibrado, le faltaba alguien que manejara la pelota, que se ponga el equipo al hombro, y los metros que bajaba Longhini por izquierda no trajeron soluciones.
Ferro comenzó a jugar apurado y mal. Boca apostó al contragolpe y definió mal con remates de Fernández y Rodríguez. Algún tiro libre de Carlos Arena -que tampoco fue solución para manejar la pelota- y nada más. El equipo de Arbío se fue quedando sin respuestas futbolísticas, quedó desbalanceado y arriesgó más de la cuenta porque era local, pero casi le salió mal.
Boca no supo ni pudo aprovechar el hombre de más. Le faltó movilidad en ataque para generar espacios (D'Augero ayudó con su estatismo) y no manejó con inteligencia la pelota para desequilibrar. Menos mal. Encima, Muñoz se fue expulsado por bajar a Córdoba. Al menos, una buena para Ferro cuando le toque hacer la excursión por la fría Río Gallegos. Igualmente, el empate en cero no es un resultado tan malo. Lo ideal era ganar, pero cuando no se puede lo mejor es no perder.
Diario el Popular(Olavarria).
De mudanza
-
Desde el sabado LA QUIMERA esta en
http://laquime.wordpress.com/
Disculpen las molestias y la demora en la actualizacion.