Todo hacia prever un gran partido pero Defensores de la Rivera, tenía en su libreto otros planes. Apenas promediaban 27 minutos del partido que disputaba contra Boca de Río Gallegos y cuando el marcador estaba aun 0 a 0, una fuerte falta de un defensor del equipo visitante (Damián Salinas) desató la locura. El árbitro del partido de flojo desempeño expulsó al defensor y allí comenzó todo.
Desde el banco de suplentes, el arquero y varios de ellos, se dirigieron hacia el banco del local - Boca RG.- y atacaron agolpes de puño a los jugadores y a parte del cuerpo técnico.
Luego cuando la policía ingresó al campo de juego a tratar de calmar los ánimos, el caos se apoderó de todos los jugadores quienes comenzaron a increpar no sólo al árbitro del partido sino también al veedor del consejo federal del fútbol, y a los policías que trataban de poner paños fríos en la contienda que se desarrollaba en el campo de juego.
Ahora el Consejo Federal del Fútbol Argentino deberá tomar cartas en el asunto y sancionar como corresponde a los violentos. (TiempoSur Digital).
