17 marzo 2009

Boquita trajo de Ushuaia medio pasaporte a la siguiente ronda

Mutual Banco de Tierra de Fuego, segundo en su grupo y grata revelación de la zona representaba, en la teoría, un duro rival para el último campeón de Río Gallegos y ganador de su zona. Sin embargo, aquella teoría de ver al conjunto local copando la parada, se desplomó en menos de media hora. Para esa altura, el equipo del “gringo” Santiago Rapalín ya era el dominador de la mitad de la cancha y ganaba en las dos áreas. Ojo que también es cierto que la hora de la puntada final, los delanteros xeneizes y los volantes que llegaban por afuera no podían plasmar en la red ese control territorial.
Los minutos pasaban y Boca RG se hacía cada vez más dominador de las acciones, a punto tal de cerrar el primer tiempo acorralando a la Mutual contra su propio arco. Dentro de este contexto, el experimentado guardameta fueguino, Martín Pérez, empezó a hacer méritos para erigirse en la figura de los suyos.
El final de esos cuarenta y cinco iniciales, en los que no hubo goles y las acciones de peligro se contaron con los dedos de una mano, dejó como aristas para destacar la seguridad del eterno Martín Pérez y el correcto trabajo de Boca, que se mostró compacto en todas las líneas, dando la sensación que en ningún momento se desordenaría en pos de buscar el gol de la victoria.

Segundo tiempo
Para el complemento, el entrenador local Angel Puljiz mandó a sus players a que se parasen unos metros más adelante. Así el partido se tornó más equilibrado en el medio, aunque las jugadas de peligro seguían siendo pocas.
Igual, antes de los 10 la visita pudo haberse adelantado en el marcador, pero el tanto marcado por Carlos “Tigre” Rodríguez fue invalidado por el árbitro, por una supuesta posición adelantada del ex atacante de Bancruz.
El reloj avanzaba sin prisa, pero sin pausas y al equipo local ya no le disgustaba el empate. Acaso interiormente los muchachos de la Mutual habrán pensado que hasta acá, casi siempre les fue mejor jugando de visitante que de local.
Boca, en cambio, seguía yendo al frente, aunque siempre conservando el orden defensivo. Si hasta daba la sensación de que el equipo azul y oro, tarde o temprano, llegaría al gol. Anotación que llegó recién a los 32 y en una jugada fuera de contexto. Es que a trece minutos del final, el polifuncional Leandro Fernández capturó una pelota casi en la mitad de la cancha. El menor de los Fernández que tiene Boca avanzó unos metros, se preparó, apuntó y sacó un verdadero misil con pierna izquierda que se clavó en una de las ratoneras del arco de Pérez, que solamente pudo decir: “si fue gol, yo lo vi”. Nada para hacer para el “1” de la Mutual, que hasta ahí era el mejor de la cancha, con cuatro intervenciones notables.
Con el 1-0 a favor, el representante de la Liga de Fútbol Sur sacó a relucir otra de sus grandes virtudes: hacer circular el balón de lado a lado, defendiéndose con la pelota en los pies.
Los minutos finales mostraron al dueño de casa atacando de manera desordenada y tratando de llenar de centros el área de Eduardo Martínez, que no tuvo mucho trabajo en su nuevo viaje por el Fin del Mundo. Y Boca de contra hasta pudo haber marcado el segundo, con lo cual hubiera liquidado la serie en el primer tiempo de este partido de 180 minutos.
No hubo tiempo para más, el pitazo del árbitro de Río Grande José Azua, de correcto desempeño, le bajó el telón a un primer acto que tuvo al equipo de Boca como gran figura.
Ahora se viene la revancha dentro de una semana, seguramente en la cancha de Defensores del Carmen, donde el xeneize hace las veces de local. Y si bien el combinado de Ushuaia logró sus mejores resultados jugando fuera de su ciudad, todo parece indicar que será finalmente Boca el que obtenga en ticket para la tercera fase. Claro que esto es fútbol y no sería la primera vez que la sorpresa supere a la lógica.

Júpiter se complicó como local
En la otra llave de la segunda fase, Júpiter de Comandante Piedra Buena, jugando como local en Puerto Santa Cruz, apenas empató 1-1 con Cuervos del Fin del Mundo de Ushuaia, complicando sobremanera su chance de seguir avanzando en el Torneo de Fútbol del Interior.
En la cancha de Atlético de Santa Cruz, el “alacrán” la pasó bastante mal, ya que arrancó perdiendo y recién pudo nivelar la pizarra cuando promediaba el juego.
La revancha se juega el próximo domingo, en la capital de Tierra del Fuego. Allí, el combinado de CLPB deberá asumir una actitud más decidida, de lo contrario su continuidad en el Argentino C penderá de un hilo.

La Opinion Austral.